La autenticación es el proceso de reconocer la identidad digital de un usuario, dispositivo o sistema antes de permitir el acceso a ciertos recursos. Por ejemplo, la autenticación se utiliza al obtener acceso en línea a cuentas bancarias o al iniciar sesión en una cuenta de redes sociales.
Hay varios tipos de autenticación:
- Contraseña. Una contraseña es un conjunto de caracteres que se pueden utilizar para verificar la identidad de un usuario. Esta es la forma más común de autenticación que se puede usar sola o en combinación con otros métodos.
- Autenticación de dos factores. Requiere que el usuario proporcione dos formas de verificación de identidad: una contraseña y un código enviado a un teléfono móvil. Este método aumenta el nivel de seguridad porque dificulta que un atacante obtenga acceso al sistema.
- Biometría. La identidad del usuario queda confirmada por sus características físicas. Por ejemplo, huellas dactilares, rostro o habla.
- Fichas. Un token es un dispositivo físico utilizado para verificar la identidad del usuario. La combinación de tokens con contraseñas ayuda a aumentar aún más el nivel de seguridad.
- Certificados. Un certificado digital es una forma de identificación electrónica emitida por un tercero. Este tipo de autenticación se utiliza para realizar transacciones seguras, ya que su fiabilidad es mayor que la de una contraseña.
Hay varios factores que pueden afectar negativamente la confiabilidad de la autenticación:
- Elegir una contraseña débil que sea fácil de adivinar o que pueda ser pirateada mediante software.
- La ingeniería social es el engaño y la manipulación de las personas para obligarlas a revelar información confidencial.
- Dispositivos que no están protegidos contra el acceso no autorizado. Por ejemplo, computadoras portátiles, teléfonos inteligentes y otros dispositivos conectados a la red.
Es importante elegir e implementar un método de autenticación que proporcione un equilibrio óptimo de seguridad y comodidad.