El alojamiento es un servicio para proporcionar al usuario final recursos de servidor que están constantemente conectados a una red externa (Internet). El hardware del servidor se utiliza, por ejemplo, para el funcionamiento de un sitio web o una base de datos.
En la mayoría de los casos, el servicio está incluido en el paquete de servicios del sitio web de la empresa. Incluye un conjunto mínimo: proporcionar espacio en disco para correo electrónico, una base de datos, soporte para los servicios necesarios para el funcionamiento estable del sitio, etc.
Infraestructura como servicio
Tipos de hosting
El servicio se divide en 5 tipos.
- Virtual. Un servidor físico con varios sitios implementados en él. Pueden pertenecer a un propietario o a varios. Los usuarios tienen los mismos derechos en relación con los recursos asignados, pero la administración la realiza el proveedor, no el cliente.
- Un servidor dedicado virtual. El cliente recibe una parte dedicada del espacio en disco y recursos informáticos fijos del servidor. El propietario obtiene derechos de administrador, lo que le permite configurar y modificar el software de forma independiente.
- Servidor en la nube y alojamiento. De manera similar a la vista anterior, solo los recursos se asignan no en el servidor físico, sino en el virtual. La tolerancia a fallos del servicio se debe a la presencia de un clúster de servidores. En caso de falla de un servidor, la carga se distribuye a otros.
- Servidor dedicado. Al cliente se le proporciona un servidor físico separado con derechos administrativos completos. Esta opción es adecuada para el propietario de una empresa mediana.
- Colocación. El cliente coloca sus propios servidores físicos en el centro de datos del proveedor.
El precio del alojamiento se calcula para cada cliente de forma individual, en función de los recursos proporcionados. Por ejemplo, el alojamiento virtual es el más económico, y un servidor dedicado cuesta un orden de magnitud más. Pero al mismo tiempo, para las dos últimas opciones, el cliente necesitará contar con un especialista técnico en plantilla que administre el sitio, o contratar una empresa de outsourcing.
A la hora de elegir el tipo de alojamiento, se recomienda consultar previamente con el proveedor para elegir la opción más óptima para las tareas deseadas.