La computación de alto rendimiento (HPC) se refiere a la práctica de combinar la potencia informática de tal manera que proporcione un rendimiento mucho mayor que el que se puede obtener en una computadora o estación de trabajo convencional. Esto le permite resolver y analizar tareas complejas e investigaciones que requieren una gran cantidad de datos.
La evolución de la computación de alto rendimiento
Las primeras supercomputadoras de las décadas de 1960 y 1970 eran especializadas y caras, pero sentaron las bases para los clústeres informáticos más asequibles y potentes que vemos hoy en día.
Los sistemas informáticos modernos de alto rendimiento a menudo consisten en miles de grupos de computadoras que trabajan en conjunto. Estos clústeres están interconectados por redes de alta velocidad, a menudo tienen una gran cantidad de memoria y aceleradores de hardware especializados, como GPU.
Aplicación de la computación de alto rendimiento
Investigación científica. Los sistemas informáticos de alto rendimiento ayudan a resolver tareas a gran escala, desde modelar el origen del universo hasta predecir el cambio climático.
Negocios y finanzas. En el mundo de los negocios, la computación de alto rendimiento ayuda en el análisis de riesgos, el modelado financiero e incluso en el desarrollo y prueba de nuevos productos.
Asistencia sanitaria. La computación de alto rendimiento juega un papel importante en la investigación genómica, el descubrimiento de fármacos y la medicina personalizada, dando esperanzas de tratamientos más efectivos.
Comparación de HPC y computación tradicional
Si una computadora común es suficiente para resolver tareas cotidianas, como navegar por la web o trabajar con texto, entonces los sistemas informáticos de alto rendimiento están diseñados para resolver tareas más complejas.